lunes, octubre 23, 2006

Paz para el futuro


SI QUIERES LA PAZ, CONSTRUYE LA JUSTICIA

Enviado el Lunes, 23 octubre a las 03:13:02

Los siglos pasados fueron siglos de nacionalismos y de guerras crueles y fraticidas. Este nuevo milenio es muy crecientemente de integración y globalización. La globalización económica nos vincula positivamente con todo el mundo relativizando las fronteras y las soberanías nacionales.

Gracias a la invitación de un amigo Diputado, asistí a un debate público organizado por la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados sobre el modelo de financiamiento del material bélico de las Fuerzas Armadas. Recordemos que la fuente principal de este financiamiento es la ley reservada del cobre, sobre el 10% de las entradas brutas de la Corporación del Cobre (Codelco).

Lo que se propone en general es reemplazar esta excepcional modalidad para dar lugar a un presupuesto especial que sea público y transparente como corresponde a una democracia abierta, participativa y dialogal. Pretendo aquí expresar algunas reflexiones suscitadas por esta interesante discusión.

Ante todo me extrañó que se discutiera sobre cómo financiar la Defensa sin que estuviera claro el objetivo de ella. Primero se establece el fin y después se discute cómo adecuar los medios. En la discusión el presupuesto parecía ser mantener el equipamiento anterior modernizándolo. Lo lógico sería ya no mirar hacia atrás sino examinar la actualidad y preparar el futuro que ha de ser de Paz.

Los siglos pasados fueron siglos de nacionalismos y de guerras crueles y fraticidas. Este nuevo milenio es muy crecientemente de integración y globalización. La globalización económica nos vincula positivamente con todo el mundo relativizando las fronteras y las soberanías nacionales. La integración política sigue necesariamente a la económica. Europa nos da un buen ejemplo de esto. Ya estamos participando en organismos internacionales que preparan un orden mundial que cada vez se hace más necesario.

Frente a todo esto, ¿qué papel tendrán nuestras Fuerzas Armadas? Se habló de la cooperación que podrán prestar tanto dentro como fuera del país como fuerzas de Paz. Como la que están entregando en Haití y otros lugares del mundo. Pero entonces nos preguntamos qué utilidad tendrán para estas nuevas misiones los aviones F-16, los submarinos y los tanques Leopard II.

Se dirá que estos artefactos de guerra son para “disuadir”. Pero antes habría que preguntarse seriamente varias cosas.

1.- Si es realmente necesario disuadir y a quién concretamente.

2.- Si no hay otras formas de disuasión actualmente más pacíficas y eficaces.

3.- Si disuadir armándose no es precisamente la manera de provocar una carrera armamentista.

4.- Esta estrategia ¿no nos inhabilita para lo que sería nuestra misión: encabezar un desarme colectivo en América Latina?

Esto es lo que todos realmente queremos y necesitamos urgentemente. Estas incoherencias se recubren con la intransparencia. El gran público no ha tomado conciencia de la magnitud de las cifras (varios miles de millones dólares) a que ascienden las compras de armas y todo lo que significan.

La Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados tiene ante sí una doble misión: la de auscultar objetivamente el mundo actual y futuro y después, propiciar eficazmente los medios que conduzcan al país a responder a los tiempos.

Una última reflexión. En el foro escuché que se citó con aprobación el aforismo latino: “Si quieres la paz, prepara la guerra”. ¿No habrá que preguntarse si este dicho de otros tiempos será verdad aun hoy día? Hace pocos días la Presidenta Bachelet condecoró a José Zalaquett como “Héroe de la Paz” y Fernando Montes a nombre de la Universidad Alberto Hurtado que entrega esta condecoración hizo mención de la versión moderna del mentado aforismo: “Si quieres la Paz, construye la Justicia”.

Por: José Aldunate Lyon. El autor es sacerdote Jesuita. Fundador de la Revista Reflexión y Liberación. Miembro del Consejo Editorial de Crónica Digital.

Santiago de Chile, 23 de octubre 2006

Crónica Digital